Una cosa está clara; la tecnología está cada vez mas inmersa en nuestras vidas hasta el punto que pocos son los que pueden vivir sin el móvil y sin documentar todo lo que sucede a su alrededor. Y en el mundo de las bodas no iba a ser menos. Una nueva ola se avecina desde Estados Unidos y esperemos sea para quedarse, son las denominadas bodas unplugged, de las cuales nos declaramos fans absolutos desde ya.
Y es que estamos acostumbrados a que en las bodas de gente famosa se prohíba el uso de móviles y cámaras; pero nosotros lo defendemos por otro motivo, no por el de salvaguardar la ingente cantidad de dinero que esos famosos ganan con las exclusivas de sus bodas. Nosotros lo defendemos desde el punto de vista del espectador que acude a un evento. Nosotros como profesionales de la imagen, y hablo desde mi punto de vista, cuando acudimos a eventos de cualquier índole (conciertos, fiestas, bodas…) lo último que estamos pensando es en fotografiar, sino en todo lo contrario, en DISFUTAR. Una boda es un momento para disfrutar y no para intentar ser el protagonista sacando fotos como un paparazzi puesto que lo único que puedes lograr es ser el centro de atención de las fotos y arruinar el recuerdo de la pareja puesto que ese momento mágico que el profesional iba a inmortalizar no pudo ser porque… había un paparazzi en el medio. Disfrutad del momento es nuestro consejo.
No obstante dicho todo lo anterior, el fotógrafo de bodas es una especie en continua aclimatación al medio y las circunstancias y logra sacar partido de un momento «molesto» para otro, un objeto más dentro de la fotografía; estos son algunos ejemplos de miembros de nuestra Comunidad que tratan de aliarse con las circunstancias:
